viernes, 29 de julio de 2011

Os presento a Mucki.

           La semana pasada os comenté que Matilda había tenido mucha suerte y que la editorial Langenscheidt iba a colaborar con el blog. También os hablé de Mucki, su estrella del momento. Pues bien, ha llegado el momento de contaros más.
            Mucki es un perrito real y por lo que me han contado, muy bueno y cariñoso, que fue abandonado en una aldea siendo aún muy cachorrito. Lo pasó un poco mal pero tuvo suerte y se encontró con Julia que lo adoptó. Desde que eso pasó la vida de nuestro protagonista ha cambiado mucho. No solo porque tiene un hogar y nuevos amigos, como Boticaria, la yegua de Julia, elegante, muy buena y también real, sino porque junto a su dueña va a vivir aventuras divertidas y muy interesantes.

            Ya os imaginaréis que cuando tuve en mis manos los libros de Mucki tardé muy poco en sumergirme en ellos y es que, ¡son geniales! Me ha costado mucho no leerlos todos de golpe e ir intercalando algún otro entre medias para poder disfrutarlos el resto del verano.
            Lo que sí he hecho es leer uno de cada colección. Porque sí, Mucki tiene dos colecciones. La primera es para lectores a partir de 6 años, en la que además de contarnos historias estupendas nos enseñan a cuidar de nuestro plantea y nos animan a hacerlo. Estos son Los libros verdes de Mucki y tengo que decir que me he quedado totalmente fascinada con ellos. Las aventuras de Mucki en estos libros son simpáticas, tiernas y divertidas. Fáciles de leer y con un ritmo muy ágil que no va a dejar que los peques se aburran o se despisten. Además, van acompañados de unas ilustraciones realmente preciosas, tremendamente alegres y coloridas que hacen que el libro completo no tenga desperdicio.



            Por si esto fuera poco, durante todo el relato se proponen actividades entretenidas o experimentos para hacer de la lectura algo más dinámico y conseguir que los lectores se impliquen y aprendan cosas nuevas. Os vais a reír de mí, pero yo estoy dispuesta a colorear el dibujo de Mucki, Boticaria y la trucha Margarita y a hacer el experimento con copas de agua en cuanto tenga un ratito libre :)

            La otra colección es para niños un poco más mayorcitos, a partir de 9 años y es la de Los viajes de Mucki, porque este perrito tan simpático no solo cuida del medio ambiente sino que se pasa la vida de la Ceca a la Meca acompañando a su dueña Julia. En este caso son libros un poco más densos, pero igualmente con un ritmo my ágil y fáciles de leer. El vocabulario y las conversaciones cambian y conocemos a un Mucki muy despierto e inteligente que además tiene un secreto muy especial (no os lo voy a contar, claro, si no, no tiene gracia). En ellos nuestro protagonista vive aventuras peligrosas e intrigantes y no os exagero si os digo que nos mantienen enganchados desde la primera hasta la última página.

           En este caso las ilustraciones son en blanco y negro pero siguen siendo estupendas y como en Los libros verdes de Mucki encontramos actividades, datos y curiosidades que hacen el libro aún más interesante. Además, como Mucki está aprendiendo inglés, a veces se intercalan conversaciones y frases en este idioma con idea de que los peques se familiaricen con otros idiomas.


         En fin, como veis, este nuevo descubrimiento me ha gustado muchísimo porque son libros de verdad entretenidos y que aportan muchas ideas novedosas. Si a esto unimos unas buenas ilustraciones y un formato y acabado de los libros bonito e impecable el resultado es una de esas lecturas a las que no podemos dejar de darles una oportunidad. Sé que para gustos hay colores pero yo creo que no os van a defraudar.
            Os dejo aquí el primer capítulo de Mucki y los hombres de blanco de la colección Los viajes de Mucki para que lo podáis conocer un poco:
          ¡Ah! Ni que decir tiene que Byron apoya totalmente a este compañero aventurero y que recomienda tanto como yo que os asoméis a sus libros. Ya sabéis que él también es un perrito adoptado y que en esta casa nos parece fatal que se abandonen animales.


miércoles, 27 de julio de 2011

Gerónimo Stilton, ¿sí o no?

           A lo mejor os sorprende esta entrada, ¿cómo se me ocurre cuestionar al rey de la literatura infantil actual? Bueno, esa no es la idea, no quiero cuestionar nada y os digo desde ya que a mí los libros de Gerónimo Stilton me encantan, pero, teniendo en cuenta que casi todos los niños tienen algún volumen de la colección, me parece interesante hablar de él.

            Supongo que ya lo conocéis, Gerónimo Stilton es un ratoncito simpático y distraído que vive en Ratonia y dirige un periódico, El eco del roedor. En líneas generales, en cada libro nos cuenta una de sus aventuras porque, aunque al principio no le gustaba viajar, se pasa la vida de acá para allá en mil y una historias disparatadas. Por supuesto, tiene su cuadrilla que le acompaña, su hermana Tea, su primo Trampita y su sobrino Benjamín, además de los muchos personajes pintorescos que irán apareciendo a lo largo de la colección.
            Mi opinión personal es que estos libros son, en general, muy buenos. Son ágiles, fáciles de leer, llenos de información interesante y de aventuras trepidantes. Sus ilustraciones y colores los hacen sumamente llamativos y sobre todo, son muy, muy divertidos.
            El gran logro de la escritora, en este caso, ha sido ayudar a los más pequeños a dar el salto del cuento tradicional al libro “de mayores”. Combinan el hecho de que son libros “gordos” con que tienen ilustraciones y colores por todas partes, parece que tienen menos texto del que realmente hay escrito y el niño no tiene la sensación de hacer el mismo esfuerzo que con un libro por edades tradicional pero sí siente la satisfacción de leer libros “de verdad” y no cuentos.

            Sobre las historias hay para todos los gustos, algunos las consideran muy simplonas, yo debo reconocer que me río mucho leyéndolas y que me parecen muy divertidas y llenas de sentido del humor, además, no olvidemos que hablamos de literatura poco más que para primeros lectores. Sinceramente, a mí me parece que tienen el encanto de los libros de aventuras de siempre, con bromas y golpes de humor sencillo además de tramas bastante bien construidas para este tipo de libros.
            Y entonces, ¿qué tienen de malo? Pues se podría decir que lo mismo que tienen de bueno, la relativa facilidad de su lectura actúa como un arma de doble filo porque, si bien los niños más pequeños que se animan a leerlos se sienten muy bien cuando los terminan y lo consideran un reto, los más mayorcitos los leen pensando que son adecuados para su edad por el grosor y el tipo de libro y no se animan a probar con libros que, seguramente, les encantarían y aportarían todavía más.
            Por otro lado, los adultos, cuando encontramos un libro que gusta a nuestros niños aprovechamos el tirón y la colección de Gerónimo Stilton es tan larga que podríamos pasarnos toda nuestra vida sin llevar a casa otros libros, ignorando aventuras maravillosas que esperan en librerías y bibliotecas.
            Además, aunque en Matilda pensamos que toooooodos los libros deberían estar ilustrados, no siempre lo están y a los pequeños lectores les cuesta mucho, una vez que conocen a nuestro ratón editor, coger libros con menos colores y dibujos. Evidentemente estos parecen más pesados y difíciles de leer.

             Así pues, mi reflexión, porque no es más que eso, es que, ¡claro que sí, Gerónimo Stilton! Pero sin dejar que el color amarillo de sus cubiertas o los olores de sus páginas eclipsen el resto de la literatura infantil que hay. Son una idea estupenda pero no debemos olvidar que tienen su momento y las estanterías de cualquier lugar están llenas de historias fantásticas en las que perdernos.




miércoles, 20 de julio de 2011

Un paseíto por Madrid.

               La entrada de hoy es un poco especial porque no traigo libro que enseñaros, ni consejos, ni nada de eso. Os quiero contar mi visita a Madrid de este fin de semana pasado, por lo menos un poco.
                Después de mucho tiempo queriendo hacerlo, por fin pudimos ir a ver a mi abuela, a la Madrina y a mis tíos, estábamos deseando, así que el jueves por la tarde nos montamos en el coche y pusimos rumbo a la capital.

              Era un viaje para disfrutar de la familia así que no hice muchos planes pero la mañana del viernes sí la dedicamos a un par de cosillas que no podía, ni quería dejar de hacer.
                Ya sabéis que Madrid es una ciudad muy grande pero nosotros tuvimos suerte y todo lo que teníamos que hacer era en la zona de Chamberí, menos mal, si no, no nos hubiera dado tiempo.
                El primer sitio que visitamos fue la editorial Langenscheidt. No os lo había contado aún pero, ¡van a colaborar con Matilda! Qué honor, ¿verdad? Para mí lo es ya que siempre la he considerado una editorial muy seria y respetable y ahora que empiezo a conocer sus libros de literatura infantil y juvenil, debo decir que estoy gratamente sorprendida. Conocía sus métodos y sus diccionarios y siempre me había parecido muy buenos pero no me enteré de que se sumergían en la lectura para los más pequeños hasta hace poco. Tienen bastantes cosas interesantes pero Mucki, un perrito encantador, es su estrella del momento. Tengo mucho que contaros sobre este tema pero como eso da para otra entrada, lo vamos a dejar para la semana que viene. Solo quiero animaros a que os asoméis a sus libros porque, aunque ya os contaré, de verdad valen la pena.


              Estuvimos muchísimo tiempo en la editorial y en cuanto salimos nos encaminamos a una tiendita que yo estaba deseando conocer, ¡La Cocinita de Chamberí! ¿Qué os voy a decir? Que es aún más bonita de lo que sale en las fotos y que te dan ganas de llevarte todo lo que hay en sus estanterías. La verdad es que no me la esperaba tan grande y me gustó muchísimo. Paloma, su dueña, me reconoció enseguida.  Es una persona muy especial, a mí me parece una valiente y una luchadora, pero además, trasmite mucha paz y es realmente agradable. Entre nosotros, yo la admiro una barbaridad. Su tienda es diferente a todas las demás y desde luego, tiene todo el encanto y personalidad del mundo.



               Lo pasamos muy bien allí, estuvimos curioseando las estanterías y viendo la tienda y como estaba llena de peques porque había un taller, aprovechamos para contar un cuento. Esto fue un poco una encerrona que me hicieron, jeje, pero la verdad es que disfruté muchísimo. Como me pilló de sorpresa no tenía ningún cuento preparado así que conté el último que había escrito que fue un pequeño regalo que le hice a una mamá bloguera y a su peque de De chupetes y babas.
                No sé si lo hice muy bien pero los niños se portaron de lujo, colaboraron y me aplaudieron así que yo, ¿qué más puedo pedir?


              Cuando salimos de La Cocinita ya íbamos justitos de tiempo pero no queríamos irnos sin pasar por El Dragón Lector, una librería infantil de la que ya os hablé y que a mí me tiene totalmente enamorada.  No solo es preciosa y tremendamente acogedora, es que además, en sus estanterías encuentras cuentos que yo no había visto nunca antes. En cada esquina hay un muñeco simpático, un cuadro precioso o una foto interesante, ¿os imagináis mejor compañía para los libros?


                Pilar, su dueña es, como Paloma, una persona a la que yo admiro mucho. Sabe de los libros y de su mundo y te cuenta cosas realmente interesantes. Conoce lo que tiene en las estanterías y eso es muy importante, pero además, ella y su marido se preocupan realmente por fomentar la lectura entre los más pequeños. Hacen muchos talleres muy originales y siempre están maquinando algo nuevo que ofrecer. Fue muy cariñosa con nosotros y la verdad es que nos encantó pasar un rato en su rinconcito de fantasía.
                Por supuesto, me compré un cuento, me lo recomendó Pilar y aunque os hablaré de él más adelante, puedo adelantaros que fue una estupenda recomendación.


                Como veis fue una mañana muy completa y divertida en la que Jaime hizo muchas fotos para enseñaros.
                El resto del tiempo, salvo algún recadillo y una multa en una zona que no estaba señalizada :s lo dedicamos a disfrutar de la abuela, la Madrina y demás familia. Hemos tenido la suerte de poder pasar mucho rato con mis tíos y la verdad es que el fin de semana se nos ha hecho corto. No sé para vosotros pero, en nuestro caso, ir allí, con la abuela, la Madrina y los tíos, me devuelve todas las buenas sensaciones de cuando era pequeña.


lunes, 11 de julio de 2011

La cebra Camila. Marisa Núñez, Oscar Villán.

               Ya os dije hace tiempo que tenía una lista larga de libros para reseñar en el blog y seguramente, esta lista se irá haciendo más y más larga a medida que siga leyendo y descubriendo libros maravillosos. Seguro que las últimas adquisiciones se van colando y tardaremos en llegar a algunos cuentos interesantes. Pero bueno, no importa, siempre que Matilda esté lleno de historias.
                Para ir poniéndonos al día vamos a empezar nuestra lista con un álbum ilustrado de esos que no puedes dejar de llevarte a casa.

                La cebra Camila, editada por Kalandraka, es un cuento fantástico, ideal para los más pequeños de la casa.
                Camila vive “donde se acaba el mundo, en el país donde da la vuelta el viento” y allí hay que tener mucho cuidado al salir a la calle porque el viento es muy travieso y puede hacerte una jugarreta. Eso le advierte su mamá continuamente y le recuerda que no debe salir sin calzones ni tirantes, pero nuestra cebrita es impaciente y ya está harta de su ropa que, cada día, le aprieta más. Ella quiere salir a jugar y a revolcarse en la hierba libre de sus prendas.
                Un día Camila no hace caso a su madre y sale a la calle sin calzones ni tirantes y claro, el “viento bandido” se lleva “las rayas de su vestido”. Se pone muy triste y llora siete lagrimas de pena por sus rayas perdidas. Pero Camila tiene suerte porque se irá encontrando con animales dispuestos a ayudarle, a restar lágrimas de pena y a resolver su problema.


                Si me preguntáis qué es lo que más me gusta de este libro os tengo que decir que, por un lado, me encanta la idea de que todos los animales ayuden a esta cebrita desobediente pero buena, consiguiendo que al final del cuento sea mucho más bonita que cuando tenía todas sus rayas. Y por otro lado, me gusta mucho el hecho de que cada encuentro con un animal y la ayuda que este presta se va repitiendo y sumando a los anteriores, haciendo una lista cada vez más larga y divertida que a los niños (y a mí misma) les encanta aprenderse.
                Este cuento es el típico que entra y sale de librerías y bibliotecas continuamente ya que tiene muchísimo éxito, ¿por qué? Porque es divertido y simpático, porque las ilustraciones son tremendamente alegres, por su cantinela enumerando las rayas que los animalitos regalan a Camila, porque mamá cebra es cariñosa hasta cuando su pequeña se ha portado regular y porque Camila es simplemente encantadora.

               Yo, ya os imaginaréis, lo tengo apuntado en “mis favoritos” y os recomiendo que no perdáis la oportunidad de, por lo menos, echarle un vistazo. Estoy segura de que os va a encantar.

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