jueves, 28 de octubre de 2010

Halloween. Hoy, a partir de 8 años.


Matilda lleva toda la semana enfrascada en la fiesta de Halloween y se lo está pasando de lujo. No os imagináis la cantidad de cosas que estamos aprendiendo de tanto bichear para contaros.
Hoy queremos que conozcáis la historia de la Jack O´Latern, la calabaza labrada con una velita dentro, que vemos  por todas partes en esta fiesta. Hay muchas versiones y varias leyendas distintas pero parece que la verdadera viene es esta:
“El origen de las famosas calabazas talladas viene de una leyenda de origen celta (a caballo entre Irlanda y Escocia) sobre Jack "El Tacaño" (Stingy Jack en el original inglés), un granjero que engañaba y mentía a vecinos y amigos. Esta conducta le consiguió toda clase de enemistades pero también una reputación de persona tan malvada que rivalizaría con el mismísimo Satanás.
El Diablo, a quien llegó el rumor de tan negra alma, acudió a comprobar si efectivamente era un rival de semejante calibre. Disfrazado como un hombre normal acudió al pueblo de éste y se puso a beber con él durante largas horas, revelando su identidad tras ver que en efecto era un auténtico malvado. Cuando Lucifer le dijo que venía a llevárselo para pagar por sus pecados, Jack le pidió una ronda más juntos como última voluntad. El Diablo se lo concedió pero al ir a pagar ninguno de los dos tenía dinero, así que Jack retó a Lucifer a convertirse en una moneda para pagar la ronda y demostrar sus poderes. Satanás lo hizo, pero en lugar de pagar con la moneda Jack la metió en su bolsillo, donde llevaba un crucifijo de plata. Incapaz de salir de allí el Diablo ordenó al granjero que le dejara libre, pero Jack no lo haría a menos que prometiera volver al infierno para no molestarle durante un año.
Transcurrido ese tiempo, el Diablo apareció de nuevo en casa de Jack para llevárselo al inframundo pero de nuevo Jack pidió un último deseo, en este caso que el Diablo cogiera una manzana situada en lo alto de un árbol para así tener su última comida antes de su tormento. Lucifer accedió, pero cuando estaba en el árbol Jack talló una cruz en su tronco para que no pudiera escapar. En esta ocasión Jack le pidió no ser molestado en diez años, además de otra condición: que nunca pudiera reclamar su alma para el inframundo. Satanás accedió y Jack se vio libre de su amenaza.
Su destino no fue mejor, tras morir (mucho antes de esos diez años pactados), Jack se preparaba para ir al cielo pero fue detenido en las puertas de San Pedro, impidiéndosele el paso pues no podían aceptarle por su mala vida pasada, siendo enviado al Infierno. Para su desgracia allí tampoco podían aceptarlo debido al trato que había realizado con el Diablo, y éste le expulsó de su reino y le condenó a deambular por los caminos con un nabo hueco con un carbón ardiendo dentro como única luz que guiara su eterno vagar entre los reinos del bien y del mal. Con el paso del tiempo Jack el Tacaño fue conocido como Jack el de la Linterna o "Jack of the Lantern", nombre que se abrevió al definitivo "Jack O'Lantern". Esta es la razón de usar nabos (y más tarde calabazas, más fáciles de conseguir en EEUU) para alumbrar el camino a los difuntos en Halloween, y también el motivo de decorar las casas con estas figuras horrendas (para evitar que Jack llamara a la puerta de las casas y proponer Truco o trato).
¿Qué os parece? ¿Os animáis a tallar calabazas para ahuyentar a Jack? A mí me gusta mucho esta historia.
Y como es natural, no podíamos olvidar nuestras recomendaciones terroríficas para hoy. Dos clásicos de la literatura infantil.


El pequeño vampiro. Angela Sommer-Bodenburg.
Antón es un niño al que le encantan los libros de terror, los lee continuamente y se siente fascinado por las brujas, los muertos vivientes o los vampiros. Pero cuando Rüdiger, un niño vampiro de verdad, se sienta en el alfeizar d su ventana, la visión que tiene de estos seres cambiará para siempre. El vampiro promete no morderle y una vez perdido el miedo inicial ambos se harán inseparables y juntos tendrán que enfrentarse a dificultades, peligros y aventuras. Esconderse de la familia del otro será el primer problema que tendrán, pero no el único.
En este libro nos encontramos un vampiro, más de uno en realidad, simpático y nada peligroso, pero nos queda muy claro que no todos son así y esto hace que la historia sea más creíble. Digamos que los niños se ven animados a enfrentarse una historia de vampiros porque Rüdiger es bueno y valientes además porque los demás no lo son.
Fácil de leer, con un buen ritmo y mucha acción y diálogo, este es uno de esos libros que yo recomiendo siempre ya que, si a los peques les gusta, tienen tooooda una colección con estos personajes y un millón de aventuras que les harán pasar muy buenos ratos. Mi hermana, mi prima y yo nos los bebíamos.

Las brujas. Roald Dahl.
Yo siempre digo que ningún niño debería dejar de leer a Roald Dahl (o por lo menos intentarlo). Tiene montones de libros llenos de historias diferentes, con mucha moraleja y que sorprenden continuamente. Para mí un gran escritor, más admirado aún por su compromiso con la literatura infantil con la que trata de entretener y enseñar al mismo tiempo.
Las brujas es una de sus obras más conocidas y yo debo confesar que pasé bastante miedito tanto al leerlo como cuando vi la película. Estas brujas no tienen nada que ver con las señoras simpáticas de las que hablábamos ayer, son realmente malas y en su convención anual han decidido aniquilar a todos los niños del mundo. Menos mal que el protagonista de la historia, un niño de siete años y su abuela, una señora muy original, están atentos para impedirlo.
Esta vez no vamos a conocer bruja buenas así que si los peque son muy miedosos o leemos con ellos para ayudarles a asimilar el susto o esperamos un poquito a que se vean capaces de hacerlo. Roald Dahl no es un autor que endulce la vida, enseña que a veces esta es dura pero que siempre hay que sacarle el lado positivo y que al final, de una manera u otra, los buenos ganan y los malos pierden, aunque no siempre ocurre como o cuando quisiéramos.
Los dos libros están catalogados en su colección para 10 años pero, como yo siempre digo, todo depende de los niños y según mi experiencia, a partir de 8 años ya son más que capaces de pasarlo bien con ellos, de ahí la elección de hoy.

Espero que la entrada de hoy os guste. Mañana fantasmas :)

3 comentarios:

Mónica dijo...

Genial la entrada con estas sugerencias, me encanta el pequeño vampiro y las brujas de Roal Dahl. Disfruta de la fiesta. Saludos

Matilda dijo...

¡Gracias Mónica! Estaba un poco preocupada por si me he pasado con la edad pero creo que no y me anima mucho tu comentario.
Por cierto, geniales tus dibujos, me encanta el marcapáginas del pirata.
Un abrazo.

Marina Ortega dijo...

Ayy yo me leí de peque Las brujas!! Estaba muy divertidoo!!

M. cargadelibros.blogspot.com

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